En Paraná,  a principios del siglo XX, inmigrantes holandeses poblaron el pequeño pueblo de Carambeí, ubicado a 135 kilómetros de Curitiba. Allí, a partir del conocimiento de los primeros inmigrantes en el arte de la producción de leche, surgió la marca Batavo.

 

Fundada para producir artesanalmente leche y derivados para el mercado local, inicialmente fue bautizada como Cooperativa Central de Laticínios do Paraná. En 1928 recibió el nombre Batavo y en el año de 1980 se transformó en una organización modelo de ese sector.

 

Con el paso del tiempo, la cooperativa empezó a actuar también en el sector de carnes y amplió su portfolio de lacticinios y derivados de la leche. Actualmente, más de 500 asociados desarrollan actividades en 29 municipios de la región, actuando en los mercados de soja, maíz, judía, cereales de invierno, producción de semillas, pecuaria de leche y porcinos.

 

Tras alcanzar una producción de leche de 129 millones de litros en el año de 2012, Batavo pretende ser referencia en el agronegocio, con sustentabilidad y adoptando la filosofía de que ningún productor solo es tan bueno como todos juntos.